El arrayán, también denominado quetri, cuthu o palo colorado, pertenece a la familia de las mirtáceas. Dentro de éste grupo hay una enorme variabilidad, las más conocidas, además del arrayán, son la luma y el tepú.
Estos ejemplares son una de las especies más características y hermosas de la región lacustre de los Andes patagónicos. Su nombre científico es Myrceugenella apiculata, el primero (Myrceugenella) es derivación de Myrceugenia, y el segundo (apiculata) hace referencia al apículo o punta punzante en que termina la hoja. Se desarrolla en la península de Quetrihué, más conocido como el Bosque de Arrayanes.
El arrayán es un árbol o arbusto de follaje persistente. Crece en terrenos muy húmedos, en las riberas de los ríos y lagos. Suelen hallarse gran número de individuos formando bosques casi puros denominados arrayanales o quitrales.
Es de crecimiento lento pero puede llegar a medir entre 8 y 15 metros de altura con un tronco de 30 a 70 centímetros de diámetro; el cual es muy retorcido y múltiple; y extraordinariamente ramificado. Una característica muy importante es su corteza, de color canela o rojo ladrillo, muy lisa, sedosa y fría al tacto, que al desprenderse deja manchas blancas.
La madera del arrayán es de buena calidad, semidura y semipesada. En pro de su conservación, en la Argentina no es utilizada.
Sus hojas son siempreverdes, opuestas, aromáticas, de color verde oscuro, brillante en la cara superior y verde pálido en la inferior. Miden de 1 a 3 centímetros de largo, tienen forma elíptica o aovada. Son cortamente pecioladas, de borde entero, terminadas apicalmente en una punta y coriáceas o duras.
Este hermoso árbol ornamental florece en el verano, en tanto que sus frutos maduran en otoño. Sus flores son pequeñas, blancas y hermafroditas, y le dan una hermosa coloración en el verano, además de su agradable perfume.
Están reunidas en grupos de 3 a 5; dispuestas en pedúnculos axilares más largos que las hojas. Tienen un cáliz persistente, compuesto de 4 sépalos cortos y obtusos. La corola está formada por 4 pétalos blancos, carnosos y glabros (sin pelos), insertos en las fauces del cáliz, libres.
Los estambres son blancos, numerosos, sobresalientes y rodean al pistilo, que es largo, sencillo y de color rojizo.
El ovario es ínfero, bilocular, con los lóculos pluriovulados; estilo simple.
Los frutos aparecen a fines del verano y se mantienen en el otoño. Son bayas más o menos esféricas, de color negro-violáceo y carnosas. A la madurez pueden medir entre 8 y 15 milímetros de diámetro, con el cáliz persistente en su parte apical. En su interior aloja de 2 a 4 semillas pequeñas, aunque éste número puede variar entre 1 y 15.
Estos frutos son comestibles y son estimulantes, balsámicos y vulnerarios, es decir, que curan llagas y heridas.